Todos están mal sin motivo alguno, lo encuentro suficiente para afirmar que el mundo se ha vuelto loco y entre esa torpeza nuestra por salir adelante me encuentro yo, con una cabeza repleta de libros con todo lo que sé que dan vueltas y no paran en ninguna estantería para ser ordenados, todo lo que hago lo veo imperfecto, distorsionado, por eso es importante tener mi corazón tranquilo y tener una visión más clara de las cosas, entre esas cosas queda claro que detrás de las palabras, detrás de cada pensamiento, hay una sonrisa de una persona desconocida que poco a poco te dice ven a mí.