Un jueves 17 de junio del 2010
Hay sopaipillas que te puedes comprar en la calle y que sentir su olor es todo un deleite, pero no hay mejor cosa, que el sabor de frito con la que te chupas los dedos, pero no de cualquier cosas frita sino que del milcao, lo valoro muchísimo pero no entiendo realmente como su sabor me llena, no sabría cómo expresar esa satisfacción gustativa que me provoca.