Bailaré tangos con la soledad... justamente es ese el momento en que mi angustia puede con todo, el momento en el que mi alma se cae en mil pedazos y ni siquiera yo, puedo recogerla, justo el momento en el que ni un te quiero puede arreglar ese pedazo de tristeza que ensordece mi corazón y llaman a la puerta, quieren entrar en él, pero ya tiré la llave por una de las alcantarillas que me ofreció la vida para tirarme al vació y no me tiré yo, sino la llave, porque cerré la puerta. No quiero que entre ni un pedazo de soledad más, esta angustia ya es demasiado, quiero escapar de aquí pero me persigue... maldita soledad, apenas me deja respirar y ya casi ni siento la chispa de alegría en mis ojos al mirarme al espejo, me siento vacía y no me queda otro remedio que sentarme en frente del televisor y hablar con mi amiga soledad, después de este anuncio, bailaremos un tango.