Nada, no hacía nada, solo esconderme y tenía la constante sensación de que iba haciendo mal las cosas, lo sabía, erraba y me callaba, me mentía y seguía adelante, no hay medicinas ante una persona ciega de sus propios problemas, un día, sin más, cambia todo en mi cabeza claro, porque el mundo seguía adelante, los problemas seguían acumulándose en mi costado (cada vez haciéndose más pesados) las soluciones andaban cerca de mí, pero fue ese día en que nada había pasado cuando decidí que todo iba a cambiar... una y mil veces me habían dicho como hacerlo, mil & una vez me dije a mí misma que yo podía y puedo si hago lo que tengo que hacer ¡Yo puedo! aunque sea demasiado, la solución más fácil es la más cercana a mí y lo haré porque puedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario