sábado, 15 de noviembre de 2014

Felicidad

¿Quién no ha soñado con ser feliz alguna vez? me detuve a pensar, me tumbé en la cama y cerré los ojos mientras las lágrimas caían por mis ojos, escuchando una canción lenta (canción romántica) el tiempo pasa, los aviones vuelan, los coches corren, los pájaros alzan las alas para así nunca caerse, las personas sienten amor, desamor, felicidad, tristeza, alegría, compasión y millones de sentimientos que podemos lograr, la vida transcurre sin que nos demos cuenta, no hay que perder ni un solo momento, ni un solo segundo, nos tenemos que rebozar de sonrisas al despertarnos y antes de acostarnos también. Tenemos que tener una persona especial en la que pensar a todas horas, una persona por la que sentir cosas increíbles, porque que seamos pequeños no quiere decir que no podamos sentir grandes cosas, que podemos volar, estirar las manos y ser felices, que podemos sentir, sobrepasar las nubes y reírnos de tal manera que al final nos duela la barriga. No merece la pena dejar de sonreír, dejar de ser feliz, no hay motivos para dejar de hacerlo, mientras que tengas fuerza y coraje. Está claro que la gente cambia y la vida cambia con ellos, pero eso es irremediable... a fin y al cabo somos personas, personas que se equivocan, que aprenden de errores... es decir, estamos continuamente aprendiendo, continuamente enamorándonos más y más de aquella persona, continuamente disfrutando del momento o simplemente lamentándonos por algo que hemos hecho, y pensamos que no deberíamos de haberlo hecho, pero es así... el tiempo pasa, los aviones vuelan, los coches corren, los pájaros alzan las alas para así nunca caerse, las personas sienten amor, desamor, felicidad, tristeza, alegría, compasión y millones de sentimientos que podemos lograr, la vida transcurre sin que nos demos cuenta, es todo como un gran círculo, una rueda, todo se repite, siempre la misma historia, el mismo cuento, porque ya todos sabemos que la bruja de blancanieves era mala y que rapunzel tenía el pelo más largo del mundo, que la sirenita soñaba con salir a tierra firme y que el lobo de los tres cerditos se los quería comer, tenemos que creer en nosotros mismos y pensar que no debemos perder nada... elegir entre miles de opciones e intentarlo todo en esta vida, porque muchas veces ya tenemos el no, pero tenemos que luchar por el sí, tenemos que luchar por ser como somos, que nadie nos manipule, ser felices a nuestra manera, ser felices con quienes queremos serlo y sobretodo ser nosotros mismos, porque si no todo esto sería una gran careta y después de la careta nada sale bien, así que de nuevo nos toca llegar a la cima de la montaña con cuidado para no caernos, dejando huellas por el camino a las personas que más nos quieren y que más queremos, dejando rastro para que así el día de mañana, estemos satisfechos por lo que hemos vivido, porque no has ido algo como un juego al azar. Al principio nos tiraron las fichas, pero a poco a poco nosotros las fuimos moviendo y eso se debe al futuro y el presente, porque a veces todo tiene sentido y muchas otras veces piensas ¿Qué hago aquí? contagiar alegría, ser persona con un corazón enorme, vivir hasta reventar... querer, luchar, buscar, amar, porque somos personas... que tenemos algo en común, esa gran capacidad de regalar alegría - entonces ¿Quieres decir que tenemos que aprovechar la vida? que no tenemos que hacerle caso a la gente que dice cosas que no son ciertas de nosotros, que tenemos que ser lo que somos y que hay veces que cuando hablas nadie te escucha y simplemente tienes que hablar un poco más claro - Sí exactamente... entonces ¿Por qué siempre hablas de felicidad cuando a ti te cuesta la vida encontrarla? ¿Por qué dices que hablemos más claro cuando ya estás agotada de hacerlo? y que nadie te escuche - Porque siempre, siempre, siempre hay que esperar, porque algún día serás muy feliz y ya no sentirás que eres una don nadie en este mundo, te sentirás así como -¿Cómo? especial.

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