Un sorbo de agua por cada beso que no nos dimos, cuando el nerviosismo le consume al ver sus labios y un roce de dedos le hace cuestionar sus sentimientos. Cuándo al contemplar juntos las estrellas, sus rostros se atraen como dos polos opuestos y un fuerte abrazo consigue unir recuerdos, olvidar distancias. Cuándo vestidos solo con la piel y la chispa que desprenden como luz, es fácil ver mas allá del tiempo, es entonces cuando los sueños dejan de serlo, es entonces cuando la realidad te coge por sorpresa y te embelesa hasta que seas suya.
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