martes, 24 de junio de 2014

Días inquietos...

Continuando la historia y sin saber muy bien porqué, dejándote llevar con nubes de algodón, te has revolcado de nuevo, has abierto el vínculo que estrechaba tu corazón contra tu alma, has dejado que alguien empiece a oler lo que tienes dentro, ¿Es equivocado el receptor? ¿Son erróneas las circunstancias que rodean tu vida? ¿Es su corazón el que no está aquí para amarte? ¿Es sólo una diana en la que las estrellas tus palabras? o ¿Acaso es el destino de tus sentimientos? te cubres de sonrisas y ganas, te aferras a lo bonito de la vida, a ese amor deseado, esperado y buscado, sales a buscar el aire de su pecho, una y otra vez, uno y otro día, seguidos o no, te encuentras en la pared, el muro, la coraza, la careta y todos los sinónimos vacíos que quieras imaginar. El caso es que el extiende sus manos invisibles y te hace frenar, te esquiva, te olvida y se aparta ¿Siente miedo? sea o no sea eso, te lo ha transmitido y te imaginas un futuro cercano, el de mañana llorando y cierras las puertas, abres los ojos, lloras... sientes frío, rabia, dolor y los errores re visitan por las noches, despiertas, das vueltas y piensas en todas las veces que has pasado por lo mismo. Las veces que has querido entregarte, darte, desnudarte y has encontrado oscuridad, ventanas bloqueadas para ti, puertas se cierran y se alejan vuelves a llorar... pero andas, vuelves a caminar obligas tu mente a pensar que aunque se repitan las historias, no son interminables. Todo gira, todo cambia, todo se mueve y la vuelves a obligar a soñar, a creer en un mañana mejor, esta historia también se repite, la de "volver a empezar" pero es más entretenida que la anterior y en ella me quedo. (o al menos pretendo que sea más entretenida.)

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